MARC BANAHE
Cuatro meses han pasado desde que llegué a Ghana, tengo que contaros como ha evolucionado mi trabajo y mi estancia, pero sobre todo como ha cambiado el paisaje. Uno de los aspectos más fascinantes de vivir aquí ha sido ver cómo cambia el entorno natural entre la estación seca y la temporada de lluvias. Durante la estación seca, los paisajes se tiñen de un tono dorado y ocre, con una belleza austera que resalta la resistencia de la flora y fauna local. Sin embargo, con la llegada de las lluvias, todo se transforma: el paisaje se vuelve verde y exuberante, los ríos se llenan de vida, y el aire se siente más fresco y revitalizante. Este contraste es realmente algo que hay que vivir para comprender en su totalidad. Este cambio también ha marcado el inicio de la cosecha, donde se puede ver a personas de todas las edades, azada en mano, piernas firmes y espalda curvada, labrando la tierra para sembrar desde mijo hasta arroz. Mientras los paisajes cambian con las estaciones, la minería de oro...